martes, 4 de noviembre de 2008

I Love B.A

Sexo, dinero y mentiras


Un hombre me da en la mano un papelito. Lo miré pero el "tipo", como dicen losporteños, soguió su camino. El papelito decía: Traviesas, pornostars, lesbianas. Todo lo que tu imaginación pida, lo encontrás en Peter´s pub.
Curioso modo de publicitar un lugar de citas. En N.Y las prostitutas se paran en las puertas de los cabaret y trabajan con la posible clientela desde la vereda misma.
Mi curiosidad por conocer uno de estos cabaret porteños me hizo caminar hacie el lugar.
Eran cerca de las 20.00 hs y el movimiento en el microcentro había mermado. Los empleados de los bancos y compañías estaban disfrutando del after hours en los "boliches". Los negocios comenzaban a cerrar.
Dos cuadras antes de llegar recordé la advertencia de un viejo compañero de finanzas, Mick. "Cuando vayas a esos lugares en el extranjero, ten cuidado. Somos carne de cañon, fácilmente identificables."
El viejo Mick había trabajado durante años en compañías aseguradoras en el extranjero. Sus recorridas por los bajos lugares eran conocidas por la mayoría de los empleados de Gross. Nunca había dejado de contar alguna de sus salidas con prostitutas: en Brazil, en México, en Bruselas, en Argentina. Mick no alardeaba de su experiencia pero daba buenos consejos a aquellos que lo escuchaban. Cierta vez contó de un problema del que se salvó milagrosamente en un prostíbulo de Managua. El lugar apestaba y los parroquianos lo habían observado entrar con una pequeña. Mick quería un servicio rápido. El calor era sofocante y pagó por una habitación con ventilador y balcón a la calle. A mitad de estar con la puta, golpearon la puerta. Mick preguntó qué quería pero como no contestaban se levantó de la cama e intentó abrir la puerta. Cuando tomó el picaporte, la puerta lo golpeó en la cara. Entraron tres hombres a la pieza y uno portaba un arma. La puta en la cama no dejaba de gritar mientras Mick, sangrando por la naríz, trataba de calmar a los intrusos. Uno de ellos buscó en su ropa. Querían el dinero que suponían que llevaba Mick. Lo golpearon hasta el cansancio y lo dejaron tirado en la calle posterior del lugar. A la media hora recobró el conocimiento y caminó semidesnudo por las calles de Managua hasta dar con un patrullero que lo levó directo a la embaja.
A pesar de eso Mick siguió con sus salidas nocturnas a prostíbulos. EL vicio era más fuerte.

Miré la cuadra donde estaba el prostíbulo y vi que no había movimiento. Esperé un rato mientras pensaba en esta relación "carnal" entre dinero y sexo. Recordé la película "American Psicho" y los asesinatos del personaje, su relación con putas. Me dije: no soy tan valiente ni tan estúpido como para meterme en esa trampa. Mejor pido un servicio en el hotel.

Tomé un taxi y en el hotel le pedí a uno de los conserjes la lista de mujeres. Me acercó un diario Ambito Financiero y me dijo: rubro 59.
La oferta era tentadora. Pedí una colegiala. Me motivan las señoritas vestidas de colegialas.
La noche recién comenzaba. Quién sabe cuándo terminara.

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